El cambio climático está modificando la geografía de los cultivos y producción de alimentos en los trópicos. Esa fue la gran preocupación en que coincidieron expertos en seguridad alimentaria presentes en la 20 Conferencia de las Partes (COP 20) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

Los especialistas temen notables alzas de los precios de los alimentos si los países tropicales no adoptan técnicas para adaptarse. El Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias (IFPRI, en inglés) estima que el cambio climático va a generar alzas de precios de hasta 30%.

Cultivos como los de café, cacao y fríjol en los trópicos son especialmente vulnerables a temperaturas drásticas y a la escasez de lluvias. Por ejemplo, en el Valle Sagrado de los Incas en Perú una zona que abriga la mayor diversidad de papas, las altas temperaturas e incidencia de plagas están forzando a los indígenas a cultivar el tubérculo en altitudes muy elevadas. Y en países centroamericanos como Costa Rica, Guatemala y Honduras, hay una emergencia por el hongo de la roya del café, que causó 1.000 millones de dólares en pérdidas en América Central los últimos dos años.

 

América Latina produce 13% del cacao mundial y se llevará a cabo un esfuerzo internacional para conservar su diversidad de cacao, amenazada por enfermedades devastadoras como la "escoba de bruja” que puede agravarse por las condiciones climáticas extremas. 

"En la COP se ha manejado mantener el calentamiento global dentro de un tope de dos grados centígrados como la meta más optimista”, recordó Andy Jarvis, investigador del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT). Solamente en Nicaragua, el aumento de los dos grados llevaría a perder 80% de la actual área de los cultivos del grano, comentó. Hasta 2050, las áreas de café nicaragüenses se moverán unos 300 metros hacia zonas más altas.

A medida que el clima calienta, los cultivos que hasta ahora tienen su tope de altitud de 1.600 metros, deben trepar cotas más altas, lo que afectaría la subsistencia de medio millón de pequeños agricultores y trabajadores agrícolas, según datos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. 

"El gran motivo para la deforestación en la región es la expansión de la frontera agrícola. Hoy en día ya hay muchas investigaciones que buscan variedades de cultivos y semillas más resilientes. Hay aún posibilidad para desarrollar una agricultura más inteligente”, dijo a Tierramérica el director general del Centro para la Investigación Forestal Internacional, Peter  Holmgren.