Imprimir
Categoría: Noticias
Visto: 129810

"Ahora nos damos cuenta del paraíso en que vivimos”, reconoce Darcirio Wronski, el líder de los productores de cacao orgánico en la región donde la carretera Transamazónica cruza la cuenca del río Xingú, en el norte de Brasil. Además del cacao, en sus 100 hectáreas de tierra cultiva banano, cupuazú (Theobroma grandiflorum), piña, maracuyá (Passiflora edulis) y otras frutas con las que su esposa, Rosalina Brighanti, elabora jaleas. Todo con certificación orgánica.

Oriundo del estado de Santa Catarina, Wronski buscó el "sueño amazónico”. Tras fracasar con cultivos tradicionales, como arroz y frijoles, compró una finca y sembró cacao, un cultivo local incentivado por el Gobierno. Su opción por la producción orgánica aceleró la reforestación de su predio, donde antes se cultivaba caña de azúcar.

 

Las fincas de cacao emplean mucha gente porque "su mano de obra es 100% manual, no hay máquinas para cosechar y romper sus frutos”, dijo a IPS el técnico local Alino Zavarise Bis, de la estatal Comisión Ejecutiva del Plan de Cultivo del Cacao (CEPLAC). Además de empleos e ingresos, el cultivo de cacao impulsa la reforestación. Eso sucede porque los cacaotales necesitan la sombra de árboles más altos, para su sanidad y productividad. Cuando están creciendo se usa la sombra de bananos.

La producción orgánica es aún muy pequeña: sólo 1% del total del estado de Pará, donde está Medicilândia. "Son cerca de 800.000 toneladas anuales de almendras de cacao y un nicho de 120 familias, agrupadas en seis cooperativas”, precisó Bis. Wronski preside una de ellas, la Cooperativa de Producción Orgánica de Amazonia, y acaba de ser elegido para encabezar la Cooperativa Central, que coordina actividades de las seis sociedades de cacaoteros orgánicos, como la comercialización.

El cacao orgánico de Pará abastece al grupo austríaco Zotter Chocolates, que enarbola una variedad de 365 sabores distintos y la práctica del comercio justo. La industria en general, aunque prefiera la materia prima más abundante y barata, agrega una parte del orgánico, más rico en manteca, siempre que desea hacer un chocolate de mejor calidad. El cacao convencional todavía domina el sector en Pará.

"El futuro del cacao está en Pará, que reúne todas las condiciones favorables a su producción, como lluvia abundante, suelos fértiles y su cultivo por agricultores familiares, que permanecen en sus tierras, al contrario de los hacendados que viven en las ciudades”, sentenció Bis.

Pará es aún superado por el también norteño estado de Bahía, que concentra dos tercios de la producción nacional de cacao, pero la productividad paréense alcanza un promedio de 800 kilos por cada árbol, el doble de la bahiana, aseguró el especialista.(ipsnoticias.net)

 El mes de mayo fue el más cálido de la era moderna

 El planeta vivió el mes de mayo más cálido de la historia moderna este año, al igual que los primeros cinco meses con mayores temperaturas, de acuerdo con un informe climático publicado por la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional de EEUU (NOAA).

Según indica la investigación, el incremento del calor se debe, en parte, al recorrido del fenómeno El Niño por el océano Pacífico. La temperatura media entre superficies terrestres y oceánicas globales en mayo de 2015 fue la más alta desde hace 136 años de registro, y superó en 0,87 grados centígrados la media del siglo XX de 14,8° C, batiendo el récord anterior establecido hace un año, que sobrepasaba esa media en 0,08° C.

India fue uno de los puntos más calientes al registrar a finales de ese mes temperaturas de más de 45 grados en el norte y centro del país, lo que causó cerca de  2.000 muertes, apunta el informe.

La NOAA insiste en que, en lo que va de 2015, prácticamente todos los rincones de la Tierra han tenido temperaturas más cálidas de lo normal, a excepción de la zona oriental de EEUU y el este de Canadá. Las autoridades japonesas emitieron un informe coincidente con el de la NOAA, aunque los datos registrados por la NASA  apuntan a que el mes pasado no fue el mayo más caluroso, sino el segundo. (EFE)